Ven a conocernos!


La Casita de Alejandra es una escuela de educación infantil destinada al cuidado y la educación de niños desde los 4 meses hasta los 3 años.

 

LA CASITA DE ALEJANDRA - ESCUELA INFANTIL EN COLLADO VILLALBA 6

Queremos ayudaros a conciliar la vida laboral y familiar cuidando a vuestros pequeños con mucho cariño y muy conscientes de lo que supone para vosotros tener que dejarlos al cuidado de otra persona.

Nuestra prioridad es cubrir sus necesidades básicas de afecto, alimentación, descanso y aseo. Mediante rutinas conseguimos lo más fundamental: que el niño se sienta seguro.

Trabajamos para su autonomía con programas de estimulación sensorial, psicomotricidad y juegos dirigidos. Por supuesto, el desarrollo diario de las rutinas es la base fundamental para el progresivo perfeccionamiento de sus habilidades. Y el juego libre tan importante para el fomento de su creatividad y la resolución de problemas.

Todo esto hará que los niños crezcan contentos, autónomos y seguros de sí mismos… algo tan importante para el fortalecimiento de su autoestima y felicidad.

En La Casita de Alejandra tu peque se sentirá como en casa. Una de nuestras misiones es transmitirle y que sienta el calor  del hogar mientras disfruta de las ventajas de la socialización (más allá de su familia) y la relación con sus iguales.

¡Conócenos!
Nosotras cuidaremos de tu peque.

La escuela cuenta con profesionales cualificadas y con años de experiencia. Nos encanta decir que lo que nos caracteriza como equipo es el entusiasmo,  la ilusión, las ganas de mejorar y aprender que ponemos a nuestro día a día con los niños.

En La Casita de Alejandra

nos gusta trabajar en un ambiente familiar, sano y seguro.

¡Nuestra misión es que tu peque se sienta como en casa!

Carta dirigida a los Papás y Mamás!

He conseguido hacer realidad mi sueño, y me voy a embarcar en la aventura de tener mi propia escuela infantil. Quería invitar a todos y cada uno de los que me habéis ayudado a crecer y me habéis demostrado que el trabajo duro siempre tiene recompensa, a aquellos que me habéis hecho seguir confiando en que aún existe gente agradecida, buena y comprensiva. Aunque el verdadero reconocimiento se gana día a día, en cada beso, en cada abrazo, en cada muestra de cariño, en cada llanto, en cada sonrisa, en cada caída, en cada nuevo pasito… ellos son los que realmente me han enseñado lo que es el amor verdadero, lo que es la mirada pura, el llanto sincero y lo que puede llenar un abrazo que viene de un cuerpo tan chiquitito.

Vosotros que sois padres sabréis de lo que hablo, ¡qué os voy a contar! Es maravilloso levantarse por la mañana para ir a trabajar, porque sabes que aunque tengas un mal día, siempre uno de esos pequeños te saca una sonrisa. Y ese es mi secreto para sentirme tan tremendamente afortunada.

Poder dedicarme a lo que realmente me llena es fascinante. Pero poder hacerlo libremente, confiando en mis posibilidades, haciendo las cosas como creo que deben hacerse para el bienestar de los pequeños, escuchar la opinión de las familias… eso es realmente un sueño cumplido.

Voy a empezar este nuevo proyecto con muchísima ilusión, con vocación y con total entrega. Sigo confiando en que el cariño y el amor son los pilares de la educación de una persona y esos pilares son precisamente los que van a sustentar las paredes de mi escuela.

Para aquellos que ya me conocéis no hará falta deciros que soy una persona luchadora, trabajadora y que me entrego a mi trabajo con una tremenda ilusión. Que con cariño y con profundo amor es como he sido educada y esa es la única manera que conozco.

Me haría muchísima ilusión veros a todos los que habéis formado parte de mi carrera, aunque ya no sean pequeños, aunque no tengáis previsión de traerlos a la escuela. Se que esto no es la meta y que es realmente ahora cuando me coloco en la posición de salida, pero llevo una mochila en mis espaldas repleta de amor, experiencia y de buenísimos recuerdos.

Gracias por todo lo que me habéis dado, gracias de corazón. Espero veros a todos aquí…

¡Un beso enorme, familias!

Eva temiño